Autor: Nilo Loayza L – @niloloayzal
El asilamiento social para proteger la salud de las personas frente a la pandemia COVID-19 ha conllevado a declarar en Estado de Emergencia al país, cuarentenas generalizadas y luego focalizadas; ha traído como consecuencia la paralización de muchas empresas viéndose perjudicadas principalmente en sus ingresos y por ende en el cumplimiento de sus créditos.
Durante este proceso el gobierno ha creado programas de reactivación económica como Reactiva Perú, FAE Mype, FAE Turismo y FAE Agro cuyo destino del crédito ha sido sólo para financiamiento de capital de trabajo cuyo objetivo principal era no romper la cadena de pagos; paralelamente ha dado luz verde a las reprogramaciones de deuda con ampliaciones de plazos hasta 48 meses; a fin de no verse perjudicados a los deudores con intereses moratorios y compensatorios.
El “Programa de Garantías COVID-19” (Ley N° 31050) que contempla la reprogramación o congelamiento de deudas para aquellas personas naturales y mypes que hayan obtenido créditos consumo, personales, vehiculares e hipotecarios para vivienda dirigido para los que fueron perjudicados por el Estado de Emergencia, en realidad el beneficio que podrán tener dependerá del monto de la deuda y el plazo de la reprogramación.
No podemos comparar un crédito mype cuyo monto del préstamo es pequeño y a corto plazo, frente a un crédito hipotecario para vivienda cuyo monto es considerado y a largo plazo; evidentemente los menores montos serán los más beneficiados, pero todo dependerá del plazo al cual se acojan para su reprogramación.
Cuando calculamos el costo del crédito mediante la tasa del costo efectiva anual (TCEA) podemos apreciar que luego de la reprogramación (ampliación del plazo y reducción de la tasa de interés) la TCEA se reduce, pero en la mayoría de los casos el pago de los intereses es mayor; es decir, se pagan mayores intereses a pesar de la reducción de la tasa de interés que lamentablemente se ve neutralizada por la ampliación del plazo; producto del valor del dinero en el tiempo.
Todo dependerá del análisis respecto al rubro y proyección de su plan de negocios, para tomar una buena decisión en la reprogramación del crédito; porque no se trata de dilatar al máximo el periodo de pago, sino de tomar la mejor decisión financiera para mejorar la rentabilidad y disponer liquidez.